martes, julio 20, 2010

Crushed





"A partir de hoy cero contigo" fueron las palabras que me dijo Catherine que le había dicho... No entendí bien pues no comprendo los modernismos de las muchachas de mi trabajo.
Sin embargo, al rato diste vueltas en mi cabeza como rata afrentosa que se escurre por los rincones de los aposentos donde no voy más. Me dije a mí misma "hoy cero contigo".
Y no quiero pensar en mí, para no pensar en tí. Me niego a recordar los labios, los ojos, las sonrisas furtivas y la conversación sin sentido, ni quiero recordar cómo se pierde la noción del tiempo cuando estás conmigo...
Y también me pregunto por qué accedí a verte otra vez y a revolver estos sentimientos que me costó tanto mandar a pasear, y que desde entonces vienen a mí, todos juntos como un licuado de sentires, placeres y emociones; los bloqueo, los anulo, los entierro…

No quiero revivir los amaneceres, no quiero contar contigo, no quiero pensar en mí, prefiero sentirme como paloma aplastada, prefiero echarme frente a un tren en movimiento, que me arrolle un camión, que me lleve la muerte, ahogarme en alcohol o tirarme de un puente, o todas las anteriores con tal de no verte.

Encontraré la manera de no ver más tus ojos dentro de los míos, ni si quiera fue tanto que duró el amorío… Pasará, pasará como todo, como el sol seca el lodo cuando cesa la lluvia… Usaré el aguijón de mi escorpión escondido y tomando su veneno inyectarlo a mi olvido…
Me diste otra razón para volver a mi encierro, desaparezco hoy como en acto de magia, ahora te aseguro que no vuelves a encontrarme, a partir de hoy conmigo ya no cuentes.

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jueves, diciembre 21, 2006

Neck Missing Hands...


Llevando mis manos a la nuca, advertí lo mucho que extraño tus caricias, caricias que llegaban con tus ojos, con tus dedos, con tu alma… Caricias que cambiaban la textura de mi piel en un segundo, a veces sin siquiera haberse materializado. Caricias que mis pelos ponían de punta. Caricias por la espalda, caricias por mis brazos, caricias por mis pies y por mis piernas. Caricias suaves pero con fuerza. Caricias que entrelacen nuestras piernas… Extraño el tacto de unas yemas que recorran despacito mi cintura y se acerquen suavemente hacia mis manos, como plumas que electrizan mi cabeza, mi esperanza y mi razón. Pacientemente, como lo hace el tiempo, como el día espera la noche, como después del invierno se que vendrá la primavera, espero unas caricias en la punta de mis pies, espero ocultarme bajo tus sábanas y escondida bajo ellas desatar las ganas de caricias, deshaciendo cordura y compostura pero sintiéndome protegida y segura. Llevando mis manos a la nuca, recordé cenas, vinos, ronquidos, arena, agua fría, agua tibia y una vaquita… Llevando mis manos a la nuca toqué un escorpión que no te pica...

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