miércoles, febrero 20, 2008

Switching Cries For Smiles And Learning To Fly

Estoy experimentando un extraño gozo. Como una liberación. Es el mismo tipo de alegría que se siente cuando se anuncian cambios importantes, o cuando eras niña y te avisaba la mamá que te traía un caramelo de regalo. Es como esperar que algo inesperado llame a tu puerta, sólo porque te lo mereces…

Me pasa cuando concluyo un rompecabezas, o cuando compruebo algo que todos creyeron que no era como yo esperaba que fuese… O como cuando solo con pensarlo sale el rey Sol y te crees afortunada porque hoy te escucharon más rápido que de costumbre… Como cuando tienes un día de esos en que alguien verdaderamente te entiende, que concluye tus frases y te tiende la mano, avanza sonriendo y te abre las puertas.

Y no me importa la cara extraña que ando trayendo, ni que Mery me pregunte tanto que qué me pasa, ni los ojitos rojos que me quedan por tantas letras consumidas y agudizan aún más mis ojeras, ni los bolsillos vacíos después de tanto esfuerzo... Porque no hay nada mejor que salir llevando la frente en alto, la sonrisa puesta, sorbiendo en el café de cada mañana mis sueños, mis penas, mi cansancio, este dolor de cuello que ya no se si aguanta otro minuto.... Y cambiarlo todo por sonrisas. Inexplicablemente, soy feliz. Parece que le tomé prestadas sus alas a Miranda y pronto volaré...

domingo, febrero 17, 2008

I´ve Found My Shortcut To Happiness!!!



Que finalmente he descubierto la forma de llegar más rápido, y segura, en mi camino hacia la felicidad... Después de tiempo de buscar ilusiones, descubrí que mis ilusiones las construyo yo misma, y las reflejo aún sin no las comparto con alguien más, que en verdad todos buscamos lo mismo, aunque el orden que cada uno toma es distinto...


Es una felicidad al cuadrado, encontrar la liberación de ataduras invisibles, convenciones que no supe nunca quién las convino, y preciso decir en este momento que estoy viviendo momentos no tan gratos para muchos, pero milagrosos para mí, al fin puedo soltarme las amarras en mi corazón y decir que en cuestión de unos días estaré transformada...
Por el momento no puedo revelar más, pero si puedo decribir lo que siento y quizas sientiendo lo que yo siento pueda ayudar a mi entorno a ser más feliz, a recuperar la sonrisa sincera de los labios carnosos de la juventud, a mirar hacia el sol y alegremente recibir su calor como un beso esperado por años, o la gota de lluvia que cayendo sobre mis pechos me recuerda que siguen ahí, el sabor agridulce de los besos robados, que más que rubores despiertan galopes dentro de mi blusa...
Y no cuento más porque siento las alitas de las mariposas alrededor de todo mi cuerpo, siento que el calor de las fiebres de antaño recorre mí esencia, siento el sabor de los palitos de coco como poco a poco diluyen su azúcar en mi paladar...
Solo queda un momento para recordar lo lindo que suena al salir de otros labios ¨Apaga las luces cuando vayas a salir¨... Quizás es tiempo de volver a creer en los milagros y de no decir Bruno Diaz en lugar de Buenos días...

viernes, febrero 15, 2008

Friendship As A Pair Of Socks


La mayor parte del tiempo imaginaba, o más bien idealizaba, la amistad. En la medida en que aprendí a socializar fui conociendo el dolor que pueden dejar las huellas de un amigo que se va, de un amigo que traiciona, de un amigo que pasa a ser enemigo. Aprendí a desconfiar al mismo tiempo que a amar con temor, al principio desconocía el nivel de confianza que tenía aplicar para cada situación, hasta que llegué a ajustarlo en un punto cómodo para mí, de una manera bastante individual, quizás hasta egoísta…

Después de unas cuantas lágrimas y un paquete de sonrisas, empecé a mirar con otro lente. Entonces pensé que los amigos eran como un par de medias. A veces, coinciden, sobre todo cuando están nuevas. Otras veces, una se quedó en el tambor de la lavadora, o se le hace un agujero al tratar de sacarlas de la escotilla, tal vez al lavarlas una quedó percudida y ya no hace juego con la otra. Algunas se te escapan en el tendedero al ponerlas a orear, y no las vuelves a encontrar jamás…

Pero hay unas, que son las que más me gustan, que se pueden perder por largo tiempo y cuando casi pierdes la esperanza de encontrar el par, aparecen como por magia y puedes volver a ponerlas juntas nuevamente… Hay otras que nunca hacen juego y nadie logra entender por qué, simplemente no combinan entre sí.

Al mismo tiempo hay medias que te disgustan y aún así tienes que ponértelas, puede ser haya alguna costura que te roza en el zapato justo donde va el dedo más grande, o tienen matices espantosos que no le van a tu piel… Como las que están hechas con tejido sintético, que te acaloran los pies y te los hacen sudar…

Las más bonitas son las que usas con más frecuencia, a tu madre le parecerá que están desgastadas y que debías tirarlas al cajón del olvido, tus hermanos a veces las toman prestadas o las olvidas en casa de alguien a quien no quieres volver a ver, pero las sigues queriendo, las extrañas, porque te quedaban, te hacían juego… Te sentías muy cómodo al llevarlas bien cerca...

Decidí que me gustaban todas, que por algo habían llegado a mi gavetero, que algo me enseñaría a elegir mejores tejidos, y costuras más finas que no me hicieran daño. Y si aún así equivocaba la elección siempre me dieron una lección.

Algunas son inolvidables…

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