Chocolate Lovers
Me encanta el olor del chocolate, el que despide cuando pasa por calor para derretirse. Reconozco que a veces la paciencia me abandona y me desespero buscando sentir el olor, el sabor, el color del chocolate fundido...
Para fundir chocolate lo más importante es andarse sin prisas, pues hasta el más mínimo cambio de humor puede arruinarte el resultado. Mi receta es simple, cuenta con unos pocos pasos, pero lo más importante es andarse sin prisas, como los primeros besos de los amantes...
Troceo la barra de chocolate con unos pocos golpes de martillo o cuchillo o rayador, depende del clima, la calidad del chocolate, y la ira... Coloco en un recipiente los trozos. Acto seguido, mezclo en el mismo recipiente del chocolate una pequeña cantidad de mantequilla, muy poquita al principio, como los primeros besos de los amantes. Llevo a baño de María, aunque puede hacerse en cualquier baño, y cuidadosamente lío una sustancia con la otra.
Pacientemente, revuelvo y observo la aleación; una vez parece un fluido uniforme, le pongo un poquito de licor; sigo revolviendo con la mezquina muy despacito, pero constante, como los primeros besos de los amantes.
Desmonto del fuego lento; saco el recipiente del calor del líquido incoloro y tibio; y, a partir de la densidad y satín de la mezcla de olor delicioso del color de mis ojos, llevo un puntito a mis dedos, luego a mi boca, y una vez dentro me entrego al placer, exploto en deseo, como los primeros besos de los amantes.