martes, septiembre 26, 2006

¿Qué es lo que entra por el oído y va directo al corazón?

“La función primaria del oído es la de convertir un patrón de vibración temporal, que se produce en el tímpano, en una configuración de movimiento – ondulatorio – en el espacio, que se genera en la y éste, a su vez, en una serie de potenciales eléctricos en las neuronas aferentes cocleares. La frecuencia de un sonido está representada por el sitio de la cóclea donde se originan las neuronas que éste excita, y su amplitud por la intensidad de la descarga de estas neuronas y también por el número total de neuronas que se activan”.
Dejando de lado toda esta palabrería científica lo que estoy segura en afirmar es que no puedo vivir sin música. No. Y estuve buscando estudios que explicaran de manera lógica de qué va esto de los gustos musicales, pero todo es un amplio rollo de magnitudes incomprensibles. De manera resumida, y pasado ya por mi filtro, el asunto es que la percepción del sonido estimula ciertas zonas de la matriz neuronal y hay combinaciones que resultan agradables y lo contrario.

Hay teorías que tratan de atribuir una connotación social, racial o geográfica al gusto musical, sin embargo yo cada día despierto con una musiquita por dentro y con ella paso el resto del día. En cuestión de gustos musicales puedo decir a viva voz que soy pirata, me gustan todos los géneros que conozco. Claro que hay exponentes que para mí sobresalen dentro de cada renglón, y si tuviera que elegir sólo uno de ellos, que sea el que me hace sentir más dentro de mi piel, ese sería el blues…

Para mí la música viene a ser igual que el lenguaje, una forma de expresión, y sí siento que cada vez que prefiero escuchar determinado género antes que otro depende totalmente de mi estado anímico, el actual o el que quiera crear.

Mi piel responde al flamenco, tanto a las voces como a los ritmos, erizándose en toda su extensión; lloré en el Yankee Stadium la primera vez que escuché un merengue cuando un dominicano le tocaba el turno; no puedo trabajar escuchando reggae o reggaetón porque la mitad inferior de mi cuerpo empieza a moverse sola; siento el clímax del cuerpo escuchando a Pat Metheny o Ella; no se me borra una sonrisa tonta si estoy escuchando a Pedro Guerra; siempre lloro con Silvio, pero lloro distinto que cuando oigo a Piazzolla; a veces siento que Morrisey y yo vivimos vidas paralelas; comparto la rabia de Garbage; cuando escucho salsa o son la boca me sabe a cerveza…Me hincho de orgullo con mi himno nacional…

No se, quizá sea que tengo el alma de blues o de flamenco o de merengue, o de la mezcla que hacen el ritmo y el sonido, quizás sí sea porque soy caribeña e isleña, o simplemente sea porque algunos seres humanos desarrollamos la sensibilidad de vibrar al ritmo de la música que nos toquen… En lo que más concuerdo con el filósofo es que “Sin la música, la vida sería un error”…

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2 Comentarios:

Blogger Blanca dijo...

Totalmente de acuerdo, yo creia que era la unica que gozaba igualmente un reggeaton, como una bachata hasta el metal mas pesado y el pop mas chicle!!!
♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪
Trata de ver una pelicula sin musica de fondo a ver que tal...una vez lo hicieron en una entrega de premios de la Academia y era totalmente algo diferente.

10:23 a. m.  
Blogger Goyitrina dijo...

La musica es el arte mas abstracto, nos pinta las ideas, solo nos queda imaginarlas.....

10:12 p. m.  

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