Lucky Number Seven

Setecientos siete kilómetros. 707, me gusta el número. Más allá de cualquier connotación mítica o mítica que pudiera tener el número suena bonito, como diría mi abuela si hoy fuera domingo. 707, fueron los kilómetros que anduvieron juntos o la una para encontrar al otro, según leía en el marcador del carro que más abunda en Bilbao, según su mismo amante le explicó cuando estuvo de vuelta luego de pasar la Noche Vieja en esos predios. 707 es el nombre de la aeronave más exitosa, comercialmente, desde la década de los ’50. Lo curioso es que la primera vez que fueron a la cama juntos también lo hicieron siete veces. Siete mares, siete días de la semana, siete plagas de Egipto, siete pecados capitales, siete notas musicales …Siete son las iglesias, siete son los sellos, siete son las copas, siete son las trompetas que revela San Juan en el Apocalipsis… Todo esto pasó a la velocidad de la Luz por su mente cuando lo dejó en el aeropuerto aquel día 17… Por qué el siete no salía de su mente? Involuntariamente y casi de una manera enfermiza, calculó la numerología de su amante: sumaban 7. Siete maravillas del mundo y maravilloso el tiempo que pasaron juntos. Siete suman los 25 días que pasaron juntos. Siete veces siete las veces que él piensa en ella cada día de los siete días de la semana. El día 7, sin pensarlo más veces, ella voló a su encuentro. A las siete fue la hora que acordaron encontrarse esa noche, en el piso siete de la torre número 257 de la Rue… Ella, marcará los diez dígitos de su móvil, que también suman siete, subirá sus siete pisos, para disfrutar siete minutos antes de que llegue la esposa de su amante… Después de haber volado 7,321.231472747288 Kms. Pero ella siente que es mejor pensar en las cosas bellas, como en los siete colores en el arco iris.
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