jueves, noviembre 09, 2006

Growing Pain. Growing Joy.

No sé si mi hermano lo recuerda, pero siendo niños, había un adornito, como un porta velas de bronce, en el que reposaba una velita colorada sin esencia, no como las que hay ahora que huelen a todas las delicias imaginables en el mundo.

Alguno de nuestros padres, asumo, porque en verdad no lo recuerdo con exactitud, nos dijo que escribiéramos en pequeños trozos de papel nuestros deseos, los dobláramos pequeñitos y los pusiéramos debajo de la velita y eventualmente se harían realidad. Recuerdo, que la mayor parte del tiempo, los míos se trataban de boberías de niña, cosas materiales, por ejemplo.

Como mi cumpleaños se acerca, me ha dado por recordar. Me viene a la mente un deseo en particular en el que ponía que yo quería ser grande. Yo quería saber tanto como mi hermano mayor o como mi prima Nora, en ese momento mi definición de grande quizás sólo se trataba de poder contar hasta 1,000 ó entender qué rayos eran los números reales, o saber el nombre de cada uno de los continentes…

Pero como a fuerza de “desear” las cosas, eventualmente suceden, pasó. Crecí, mucho, según me comentó la que fue mi niñera mientras compartíamos el pasado sábado… Y creciendo aprendí tantas cosas que ocurren en los cinco continentes… Y que además de números reales hay imaginarios… Y que los números, y el amor de mis padres, son infinitos, o sea que no importaba si aprendía a contar hasta 1,000 sí igual nunca iba a terminar de contarlos…

Aprendí la diferencia entre amor y obsesión, que los extremos existen y están más cerca de lo que pueda cualquiera imaginar, aprendí las palabras mágicas, aprendí que la diferencia entre una adulto y un niño consiste sólo en “diplomacia” y el costo de los juguetes… Aprendí que ser humano es más difícil de lo que se oye… Aprendí que no a todos voy a gustarle y a que no me importe, porque siempre puedo jugar el juego de manteniendo mi integridad decirle al otro lo que quiere escuchar, y no hago daño a nadie con esto!

Aprendí que los planes son múltiples, no puedo adherirme a uno y frustrarme si no era “ese”, pueden desaparecer en un instante, porque el futuro se mueve y no sólo como a mí me de la gana, hay cantidad de planos superpuestos...

Aprendí que ni el amor ni los besos deben ser pedidos, y debe sentirse uno muy agradecido en recibirlos… Que casi siempre hay tropiezos, caídas, dolor, miedo, pero también que con un simple golpe de ojo, estas “tragedias” pueden convertirse en verdaderas bendiciones.

Entendí al fin la metáfora que nos regala la Naturaleza con los arco iris…

En verdad, crecer, fue un buen deseo, y era tan fácilmente realizable que en sí mismo me enseñó la paciencia… Todo es cuestión de tiempo…

No llegué a saber si el recipiente de los deseos fue una creación la imaginación de los mayores para mantenernos entretenidos en algo, pero aún hay días en que escribo papelitos con la esperanza de que algún día, sin prisas, se cumplan.

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6 Comentarios:

Blogger Anon dijo...

y entonces ,por que es que me viven pidiendo a cada rato?

12:16 p. m.  
Blogger Alguien dijo...

Pero como a fuerza de “desear” las cosas, eventualmente suceden, pasó. Crecí, mucho, según me comentó la que fue mi niñera mientras compartíamos el pasado sábado… Y creciendo aprendí tantas cosas que ocurren en los cinco continentes… Y que además de números reales hay imaginarios… Y que los números, y el amor de mis padres, son infinitos, o sea que no importaba si aprendía a contar hasta 1,000 sí igual nunca iba a terminar de contarlos…

Aprendí la diferencia entre amor y obsesión, que los extremos existen y están más cerca de lo que pueda cualquiera imaginar, aprendí las palabras mágicas, aprendí que la diferencia entre una adulto y un niño consiste sólo en “diplomacia” y el costo de los juguetes… Aprendí que ser humano es más difícil de lo que se oye… Aprendí que no a todos voy a gustarle y a que no me importe, porque siempre puedo jugar el juego de manteniendo mi integridad decirle al otro lo que quiere escuchar, y no hago daño a nadie con esto!


Me encanto tu melancolica forma de evocar al crecimiento. es encantadora. y espero q tus papelitos sean apoyados con buenas acciones de tu parte. Y q Dios guie tus pasos

1:13 p. m.  
Blogger Florecita dijo...

La sabia Naturaleza nos va contando como es la vida en el Universo... hay que estar abierto, con todos los sentidos para vivirlo...
Un abrazote!!!!

2:13 p. m.  
Blogger Desendilgada dijo...

Anon, no te entiendo, pero recuerda que los "Gavilleros" fuimos los que nos enfrentamos desde la montaña a invasores en una contienda desigual....

2:57 p. m.  
Blogger Desendilgada dijo...

Alguien: Qué te digo? Todavía a veces escribo cosas o las pienso e imagino ese recipiente para poner los deseos...Era pequeño, pero los deseos son cada vez más grandes! Besos!

Mi hermosa Florecita! La Naturaleza es nuestra gran maestra, a veces nosotros mismos tapamos nuestros ojos y obviamos todas sus señales desperdiciando toda esa sabiduría...Tan bella! Gracias por venir!

3:01 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Cuando encuentro que alguien es capaz de poner en palabras lo que siento, me siento menos sola en este mundo.

Me encanta la forma como expresas esos sentires, esa forma que te hace tan tu y con esa simpleza entiendo el porque te quiero.

Al final, lo mas importante para mi es verme aquí y entender que el motor que impulsa mi ser son todos esos sueños que aun no me he atrevido a escribir en papelitos, pero que entiendo este es un buen momento para empezar.

:-)

11:04 a. m.  

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