Witch Hunt

El ejercicio de poderes sobrenaturales siniestros es considerado como brujería. Generalmente sus practicantes, supuestos o reales, han sido mujeres. A través de los tiempos las razones para acudir a la ayuda de las brujas, no han cambiado, y casi siempre se trata de doblegar el libre albedrío, el juicio, el derecho a elección, de otra persona, casi siempre bajo el alegato de que es un ser “amado”. Otros usos de este arte (¿?) son el suscitar calamidades y daños contra enemigos o rivales, invocar muertos y, en términos generales, para resolver todo tipo de problemas.

El tema es tan común en mi vida como comer. En varias personas de mi familia se han manifestado “poderes” inusuales, que según yo son la manifestación de los dones de Cristo, pero para muchas personas resulta más sencillo llamarle brujería.

Está pasando nuevamente, mi pobre sobrinita, de sólo 4 años, está siendo acusada por sus vecinitas y compañeritas de clase de ser una bruja. La pequeña ha sido “satanizada” por niñas incluso mayores que ella, le temen, la apuntan con deditos acusadores, la retan, la ofenden, la juzgan y condenan…

Tiene los mismos “poderes” que alguien que conozco muy bien, es como tener el “sexto sentido”, ve seres que habitan entre lo visible y lo invisible, ve sombras, le hablan, ella responde, ella siente temor, a veces le huye, no la dejan dormir, le muestran el futuro o el pasado sin definir la línea del tiempo…

Mi pobre niña, sufre con las acusaciones de los de este plano y de otros más… Quisiera estar con ella y poderle explicar lo poquito que se de su don y mostrarle lo que aprendí para convivir con esto. Hacerle creer que no es anormal, que los vituperios paran, que no todos quieren saber lo que está viendo, oyendo, recibiendo…

Quisiera explicarle cuánta soledad le falta.