Back and forth

No se qué hacer. Las relaciones a larga distancia no funcionan. Estoy tratando de trabajar los pocos apegos que conservo, aunque Eduardo diga que son muchos… Estoy harta de vivir episodios repetidos, de escuchar palabras puestas en mi boca jamás dichas por mí. Me gusta más vivir mi desenfrenada curiosidad sin tener que responder o rebatir. Estoy harta de “te quieros” moribundos, de probar que lo que yo pensaba que decía el próximo era lo que en verdad quería decirme pero me dijo otra cosa… No quiero dos besos de despedida.

¿No sería maravilloso que cada vez que me encuentre en un punto muy difícil de mi vida, como estos, en los que no hallo respuesta alguna, tener el poder de apartarme por un rato, de toda esa vida, tornar mí (su, el de esa vida) punto de vista a uno totalmente diferente que corresponda a su (mí) propia alma y regresar a esta (su, mí) vida con nuevos bríos, nueva sangre, otro aliento, y un punto de vista multi-dimensional? Me caí, me estrellé, me golpeé fuerte, estoy reinventando esta vida, quizás a la vieja le ponga un “Se vende”…

Igual, con mi docena de vidas, sigo levantándome, sacudiendo el polvo de mis manos, aguzando mis sentidos y alistándome para seguir la carrera. Estoy tratando de volver a comenzar y no mirar hacia atrás.