Rewind - Pause/Stop - FastForward

Es un sinsentido pensar que podemos detener el tiempo, sin embargo es un pensamiento recurrente en mi cabeza, sobre todo cuando reconozco que me he equivocado. Quisiera tener el control remoto de Adam Sandler y darle dos o tres cuadros para atrás… O bien desearía conseguir una chicharra paralizadora como la del Chapulín, y detener el tiempo por un momento y reflexionar para actuar con más sabiduría. Pero estos pensamientos, sobre todo para las personas que han tomado cursos de administración del tiempo, son pura utopía.

Lo bueno es que aún no pueda hacer más lentos los desesperantes tic-tac’s en mi reloj, puedo barajar mejor la ocurrencia de algunos eventos dentro de las unidades de medida que creamos para identificar el tiempo y disfrazar el miedo a la eternidad…

Recientemente he podido comprobar que si me tomo un respiro y pienso las cosas con calma, tomo mejores decisiones… ¡He estado creando mi propia realidad! Funciona, después de tanta lectura, tanta práctica, escuchar música con mensajes subliminales. Asombrosamente es posible, ahora, lo genial sería perpetuar esta situación y lograr manejar todas estas lindas teorías y respiraciones en los momentos verdadero estrés o dolor. A veces fantaseo con echar el tiempo hacia delante y anticiparme a futuros eventos…

He llegado a ver algunas vidas pasadas, aunque quizás no sean mías… Me he proyectado al futuro, pero no llego a donde quiero… Quizás mi instrumento está mal calibrado porque no funciona como la máquina del tiempo de Odisea Burbujas…

Pero los momentos que me gustaría repetir son aquellos en que la vida te sonríe y te sientes como el actor principal saliendo a escena… Cuando me dicen que me vas a llamar, y me llamas. Cuando pienso en la posibilidad de pasarnos un fin de semana juntos, te lo propongo y me dices que te encantaría… Cuando quedamos de vernos en un café y siento los nervios de que nos vamos a encontrar y mi imaginación abre sus alas sobre la expectativa de lo que vendrá después.