miércoles, agosto 23, 2006


Me había propuesto no comentar nada al respecto, pero después de estar un rato en el Chat anoche tratando de convencer a un amigo (y a mí misma, sobre todo) de que no le botara mucha corriente a la rectificación de la famosa “Ley Seca”, como le han apodado, decidí salir un poco de mi burbuja optimista y quitar un poco de plástico a mi cerebro.

A partir de la implementación de la mentada medida, hace poco menos de un mes, la vida de los trasnochadores habituales, me incluyo en el grupo, cambió. Y como de lo que yo vivo en verdad es de hacer análisis, lo primero que traté de imaginar fue a quiénes beneficia y a quiénes perjudica.

Resulta ser que a pesar de que algunos comerciantes han denunciado disminución en sus ventas resulta ser que "el volumen de negocio es más grande que nunca". Muchos han optado por acaparar el alcohol comprándolo en supermercados a tempranas horas y además funciona una gran cantidad de deliverys truchos en casas particulares que nadie controla. Les tengo una sorpresa: el consumo no baja porque no se venda en determinadas horas.A mi juicio lo que origina esta medida es corrupción, más violencia (hay más gente encojonada en la calle), desestructuración social y, en definitiva, subdesarrollo. La misma carece totalmente de sentido, es represiva, prohibicionista, inaplicable y discriminatoria.

Y en suma, el cierre forzado de los negocios de expendio de bebidas alcohólicas, así como la cantidad de paradas de revisión que uno tiene que hacer antes de llegar a su casa vulnera los derechos constitucionales y universales de libertad de expresión, de reunión y de libertad de movimientos.

En fin, lamento concluir que los perjudicados somos nosotros, los que disfrutábamos libremente la vida nocturna, los beneficiados, a fin de cuenta serán las mismas casas licoreras que por efecto de rebote han visto engrosar su volumen de ventas, puede que pierda el estado, porque al promoverse la corrupción es posible que no se declaren todas las ventas, perdemos nosotros porque tendemos a gastar más en menos tiempo y el disfrute a fin de cuentas también disminuye.

En general la “Ley” no impide el descontrol: el que quiere beber, lo consigue.
Lo de la disminución de la criminalidad se lo compro, creo que ha bajado, no se a quién le escuché decir que como la Guardia y la Policía están en vigilia durante la noche, en el día están muy cansados y así disminuye el crimen diurno.
He aquí mi humilde y miope interpretación.

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal