martes, junio 20, 2006

El comandante vertical

Así escuché que le llamaron. Varias personas le hicieron guardia frente su urna, le honraron con silencio, con posturas militares...Hubo muchos gestos de respeto y de cariño. Sin embargo, nadie pierde lo que yo...

Yo perdí a mi tío, y no a cualquier tío, a aquel a quien siempre le guardé una suerte de admiración, miedo y respeto. Aquel señor del que escuchaba historias fabulosas que no las contaba él. Escuché una vez que estuvo perdido en la selva, y siendo niña, esto me sobrecogió...Duré largo tiempo sin verlo, pero cuando volvió todo fue como lo recordaba...Al único señor que yo siempre le hice caso en cada cosa que me proponía, no se si era su estatura, su voz, o sus ojos claros los que me inspiraba seguirlo en cualquier cosa que me dijera...Tan duro para tantas cosas y tan dulce en como me trató toda mi vida.

Me parece escucharlo llamándome Muñeca...Fue el quien siempre me acusó de liosa y a él era el único que le iba a permitir ese apodo. Nunca voy a olvidar su disciplina, su respeto por los horarios y por la gente, aunque nadie me entienda!

Podrán decirme muchas cosas sobre él, poque mucha gente lo conoció, mas yo lo recordaré como recuerdo el sabor de la gelatina de cherry con leche condensada.