A modo de inventario...

De manera lógica, si apelo a las filosofías de los diferentes libros de crecimiento personal o espiritual que han venido tiñendo mis días desde que lo que hay entre mis dos orejas puede recordar, la única responsable soy yo, yo debo haber elegido por alguna razón rodearme de parejas o aspirantes a con un grado de locura para muchos intolerante. Ay Dios! Es que a mí me gusta enamorarme y complicarme la existencia...Hasta el que creí más equilibrado ha resultado un poco chiflado: me llama ochocientas veces para juntarse conmigo y a la hora de la hora no aparece...El cuarentón posesivo con síndrome de PeterPan: la verdad es que es un tipo con una presencia cautivadora, es buenmozo, pero no me puede ver hablando con alguien sin que le den ganas de entrarle a puñetazos a esa persona...El maniático sexual: bueno ese está fácil, no hay que explicar más nada. El casado-reprimido: no sé por qué piensa o quiere hacerme creer que así lo hace yo sería la solución de todas sus frustraciones...El viajero: es el de las bendiciones, sin comentarios...El galán de radionovelas: que voz tiene ese señor, pero por alguna razón no depierta en mí nada que no sea amistad, y ya lo hablamos...El paranoico inseguro: siempre cree que lo que le estoy diciendo no es real, que si digo que estuve en x sitio en verdad fue en y, me revisa el celular "sin que yo me de cuenta"...Mejor no sigo contando! Pero sería sumamente injusta si no dijera que todos tienen cualidades marivillosas y que de una u otra forma me han hecho vivir momentos inolvidables y han marcado su espacio en mi vida. Por algo los recuerdo.