lunes, octubre 22, 2007

Looking For Fire In 43Mts²

Renté un hueco pensando que sería un paso transitorio, que solo era un escalón de mi interminable escalera de pasos hacia lo absurdo. Aún así, y con la transitoriedad en mente, me gusta que donde estoy pasando el rato sea razonablemente agradable y que cumpla con mis mínimas exigencias. Vamos, que me gusta sentir cada espacio.

Que con una mezcla de desprecio, ilusión y construyendo recuerdos nuevos, voy para tres meses en mi pequeño cascarón. Allí tengo mis mejores amigos, mis libros, que no han cabido todos pero ya es bastante. El baño es pequeñito, pero me reta a idear nuevas formas en las que creo quedaría mejor. No tengo dónde poner mis potingas, por los que las abarroté en el quicio de la ventana. El estantito sobre el lavamanos es tan profundo que apenas cabe mi cepillo de dientes, pero tiene espejo.

A veces pienso que haría reformas si fuera mío. Y hasta tendría que agradecerle al pequeño apartamento que me ha hecho pensar en comprar otra vez, que deja entrever que estoy haciendo contacto con el mundo real, realmente.
Está mi cama, mi lugar feliz, donde dormimos soledad y yo. Donde leo, como, miro la tele, pienso, sueño, me retuerzo sobre mis propios errores, amo y lloro.

Vale decir que como en la cama porque no tengo mesa, no he conseguido una lo suficientemente pequeña como para adaptarla al lugar, y además ahí ataca lo temporal del asunto, que no voy a comprar me digo. Que compraré una sola vez, que para qué gastar ese dinero ahora, total estoy yo sola. Solo tengo una hornilla de estufa y un fregadero de muñecas. No pongo los platos de loza, porque para qué desempacarlos, pero con los de plástico me siento de camping… Pero la cocinita, tiene tres armarios que se llenaron apenas con mis vasos de cristal. No hay más repisas por lo que no puedo poner nada más por el momento, lo que no me ha permitido colocar todos mis implementos de cocina, cuando es mi lugar favorito en una casa…

Tengo mis sofacitos verdes, testigos de risas y llantos. Donde han reposado tantas ideas y tantos besos. Pero está la ventana que mira a mi Central Park personal, propio y privado. Al menos yo lo creo así, que es mío. Donde miro hacia fuera aspirando el humo de mi cigarro. Donde he tenido que poner paños espantosos color granate porque hay tres hombres que me miran con lujuria… Pero ya mejorarán…

Hasta ahora, y si no fuera por las alimañas, está todo bien. Salvo algunas noches preferiría no estar porque hay ruido de vida nocturna, hay ruido de juventud, hay risas y gritos que entorpecen mi descanso… Pienso que podría estar ahí hasta el primer trimestre del año que viene, pero la línea de tiempo es todavía borrosa…

Aún así, pienso que ha sido terapéutico para mí, todo un ejercicio de cordura, de expresión de algunas de mis libertades, de reconocer también mis límites y fronteras… Todavía no cuelgo nada en mis paredes, pero dibujo siluetas en mi mente y cuelgo mis besos, mis sueños y mi corazón desnudo que espera por un “nosotros” o un “nuestro” que dure más que un cerillo encendido…

Etiquetas: , , , ,

4 Comentarios:

Blogger Joan Guerrero dijo...

Al menos la cajita te ha gustado, sea pequeñita y con poco espacio, ha sido lo más cómodo que tienes actualmente.

11:46 a. m.  
Blogger Desendilgada dijo...

Gracias! Tienes raz�n en cada palabra, Besos!

3:09 p. m.  
Blogger Farida dijo...

rosalia te encontreeeee!!!! estuve un tiempo desactivada, en cuestion de vivienda y espacio fisico estamos exactamente igual, con la diferencia de que tu tienes "sofacitos verdes" y yo ni eso. estoy feliz de saber de ti otra vez, te añado a mi blogroll.

9:34 a. m.  
Blogger Agne dijo...

Te dejo un besito enorme, espero vaya todo bien.
Prometo ponerme al día ;)

2:19 p. m.  

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal